sábado, 11 de junio de 2011

Victimas del Banco Canarias exigen a la Magistrada Ninoska Queipo, libertad plena para Ricardo Fernández Barrueco

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Primicias24.com – Las víctimas del Banco Canarias solicitan a la magistrada Ninoska  Beatriz Queipo Briceño la libertad plena del ciudadano Ricardo Fernández Barrueco y el encarcelamiento de Álvaro Gorrin por su responsabilidad en los delitos cometidos.

Estas peticiones se hicieron mediante un documento dirigido a la presidenta de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, el mismo fue recibido en este organismo el día 18 de marzo del presente año.

Las peticiones planteadas por las víctimas fueron las siguientes:

PETITORIO

Solicito, pues, muy respetuosamente, una vez que la Sala de Casación Penal va a proceder a revisar los expedientes de los casos por delitos bancarios se procesan en los tribunales del país, lo siguiente:


Álvaro Gorrín, actualmente fuera del país
  1. Que la defraudación y los responsables de ella sean debidamente procesados y castigados, para que escarmienten los responsables de esos delitos cometidos, incluyendo a ALVARO GORRIN y otros, y en carne ajena quienes actualmente son dueños y administran los distintos bancos del país, y no vuelvan a ser cometidos tales desfalcos, que perjudican a los millones de ahorristas que están en el sistema bancario nacional, debilitando a la vez al sistema bancario  y financiero del país.

  1. Que en virtud de los documentos que fueron entregados por la defensa del ciudadano RICARDO FERNÁNDEZ BARRUECO, creemos que están llenos los extremos de ley, para que este ciudadano le sea otorgado una libertad plena, porque además de su inocencia, su libertad contribuiría, dado su experiencia en el ramo agroindustrial y de comercialización  de alimentos, en hacerle llegar  las familias venezolanas, sobre todo, las de escasos recursos la canasta de alimentos básicos, que él tanto contribuyera en el pasado reciente a través de sus numerosas empresas dedicadas a este ramo estratégico para el país, una vez que está demostrado a través de los documentos que nos hiciera llegar y que a la vez consignamos por ante esa augusta Sala Penal,   que su privación preventiva de libertad fue consecuencia de una conspiración para impedir su expansión como empresario, apuntalada por grupos económicos y por algunos altos funcionarios que entrelazados con aquéllos, querían quitar del medio la competencia  que representaba el ciudadano Ricardo Fernández Barrueco.

Para conocer el contenido del documento entregado por las victima a la Sala Penal del Tribunal Supremo haga click AQUÍ

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NTN24: Ex tesorera de EE.UU. manifiesta su preocupación por la falta de libertades en Venezuela


Rosario Marín, quien trabajó como tesorera de Estados Unidos entre 2001 y 2003, escribió una nota donde destaca el emprendimiento y la libertad como características básicas que impulsan a una nación.

Rosario Marin trabajó como Tesorera de los Estados Unidos de 2001 a 2003 y como Secretaria de la State and Consumer Services Agency de California de 2006 a 2009.

En su escrito, Marín explica que se mudó a EE.UU. cuando era muy pequeña y que logró tener éxito en su vida gracias a las oportunidades que le brindó ese país.

Más adelante arremete contra el gobierno de Venezuela, debido al freno que el actual presidente, Hugo Chávez, ha puesto a los ciudadanos al nacionalizar empresas y enviar a la cárcel a periodistas y políticos que no están de acuerdo con sus decisiones.

A continuación, la nota escrita por Rosario Marín el 10 de noviembre pasado.

Me mudé de México a California cuando tenía catorce años. No hablaba nada de inglés y mi familia tenía pocos recursos. Pero trabajé mucho y fui la primera de mi familia que se graduó en la universidad. Entré a trabajar en el servicio público y, con el tiempo, llegué a ser Tesorera de los Estados Unidos. Incluso hoy en día, a menudo se puede ver mi firma en el billete de dólar de los EE. UU.Los elementos fundamentales de la Constitución de los Estados Unidos, la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad han traído grandes oportunidades para tener éxito incluso para mi misma. Pero aunque mi vida en los Estados Unidos prosperó, hay muchas otras personas a las que se intimida, desanima y castiga en otros países por trabajar para mejorar sus vidas y las de sus hijos. Trágicamente, en ningún lugar de las Américas esto es más generalizado que en Venezuela. Venezuela, un país con un enorme potencial y riqueza natural, es bajo su actual presidente, una nación dónde parece que sólo el gobierno tiene éxito. El Palomo Blog , un sitio web de vigilancia que observa la incautación gubernamental de negocios privados y el arresto de prisioneros políticos mantiene un recuento actualizado de docenas de personas y de empresas que el Estado ha nacionalizado. De la banca a la agricultura y hasta las fábricas, el régimen actual ha dilapidado prácticamente todos los aspectos del sector privado de Venezuela. Ricardo Fernandez Barrueco es tan sólo una de esas víctimas. Inicialmente era vendedor del programa de distribución de alimentos del  gobierno y su negocio de logística creció hasta llegar a incluir almacenes y camiones por todo el país. Sin embargo, como ha sucedido con muchos otros negocios de éxito que proporcionaban trabajos y un servicio público, Chávez se inmiscuyó. En noviembre del año 2009 se incautaron los activos del señor Ricardo Fernandez Barrueco y su negocio de logística se nacionalizó y se colocó bajo la unidad gubernamental de "Producciones socialistas unidas". A Ricardo Fernandez Barrueco le mandaron a prisión para evitar que se quejara y ahí permanece a día de hoy. Tiene mucha compañía. La juez venezolana María Lourdes Afiuni fue arrestada el año pasado acusada de corrupción después de ordenar la libertad condicional para Eligio Cedeño, un hombre de negocios, declarado opositor del gobierno de Chávez. Eligio había estado en prisión preventiva tres años, un año más de lo que permite la constitución de Venezuela. Oficiales de policía como Iván Simonovis, periodistas como Nelson Mezerhane, políticos, estudiantes y otros ciudadanos privados conforman unos pocos de los cientos de venezolanos, de prácticamente todas las esferas sociales, encarcelados o en el exilio por miedo a ser arrestados. Es necesario preguntarse, ¿por qué acaban tras las rejas algunos de los ciudadanos más productivos de Venezuela? ¿Sucede eso porque son partidarios de la idea de mejora personal en vez de la de dependencia del gobierno? ¿Sucede ello porque no dependen de la generosidad del gobierno? Por eso, ¿representan una amenaza para el status quo? Las elecciones nacionales de septiembre en Venezuela revelaron cierta desconfianza popular en el partido gobernante del líder. Los miembros del PSUV perdieron su mayoría de dos tercios, algo que eliminó la capacidad para aprobar leyes sin el apoyo de las minorías. Las elecciones revelaron que el poder tiene sus límites. Desgraciadamente, el resultado de las elecciones parece que le ha envalentonado. Pocos días después del avance democrático, Chávez anunció una aceleración de las expropiaciones gubernamentales. Explicando en un mensaje televisado a toda la nación que no "quería perder ni un día más", Chávez ha concentrado desde ese momento las "intervenciones" de su gobierno en la agricultura y en la energía. Precisamente la semana pasada anunció la nacionalización de la unidad venezolana de Owens-Illinois. Una empresa de las Fortune 500 con sede en Ohio especializada en recipientes de vidrio, la empresa ha operado en Venezuela durante más de medio siglo. La afirmación del vicepresidente Elías Jaua de que el gobierno siempre "ha aceptado pagar en términos de precios reales y justos a los propietarios de las empresas que han sido nacionalizadas" se recibió con abierto escepticismo y proporcionando poco alivio a los empleados, propietarios y clientes de otra marca global más de la que el gobierno se ha apropiado. Como dicen ellos, al final, el problema con todas estas adquisiciones es que te quedas sin activos e ideas de otras personas de las que puedas apropiarte. En el fondo, esta triste realidad representa problemas para los líderes que derivan su poder de que un pueblo dependa de la ayuda pública. Dilapidar el espíritu emprendedor es una solución a corto plazo para satisfacer la necesidad cada vez mayor de ayuda pública. El espíritu empresarial es lo que hace que Estados Unidos y otros países sean grandes, en los momentos de bonanza económica y en los malos tiempos. Ese espíritu es lo que nos ayuda a salir de la miseria, mejorar nuestras comunidades e innovar para el mañana; el mismo espíritu que mis padres me infundieron cuando crecía en California y que tan común es en las familias norteamericanas. Y ese espíritu es el que puede liberar a la gente de Venezuela. 

Redacción NTN24

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miércoles, 25 de mayo de 2011

Empresario Ricardo Fernández cumple 18 meses preso en la DIM


Viernes, mayo 20th, 2011 | Publicado por Primicias24.com

Primicias24.com – Ricardo Fernández Barrueco, expreso de manera reflexiva desde los calabozos de la DIM: “Me detuvieron un 20 de noviembre del 2009, injustamente por algo que jamás pude cometer, me acusaron y hoy 20 de mayo del 2011, cumplo 18 meses, pero con fe de que la verdad me liberará de este secuestro”

El joven empresario Ricardo Fernández Barrueco
El empresario, quien durante el paro alimentario ocurrido en Venezuela en 2002-2003, saltó a la fama al prestar sus vehículos para apoyar los intentos del Gobierno Nacional para mantener la distribución de los productos de la cesta básica en todos los supermercados, abastos, bodegas y demás locales destinados al expendio de alimentos, cuando empresas privadas acapararon y se deshicieron de toneladas de comida.

Fernández Barrueco, fue detenido en la sede de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), desde noviembre de 2009, por hechos irregulares ocurridos en los banco liquidados Banpro, Bolívar, Canarias y Confederado, quien inició su carrera hace más de 18 años, como dueño de una pequeña compañía de camiones, que con el paso del tiempo logró la obtención de empresas como Maicera Proarepa Industria Venezolana C.A., Industria Venezolana Maicera Pronutricos C.A., Venarroz RSA C.A., Monaca Molinos Nacionales C.A., Derivados de Maíz Seleccionado Demaseca C.A., Productos y Financiamientos Agrícolas C.A. Profinca, Consorcio Agropecuario Venezolano Coave C.A., Ríos Algodonera del Sur C.A., la Corporación Agropecuaria Integrada CAICA C.A. y Grasas GRASOCA de Oriente C.A., entre otras correspondientes a la agricultura, servicios, pesca comercial y marítimo naval.

Las acciones de Fernández Barrueco fueron vistas por muchos como heroicas, pero por otros fueron fuertemente cuestionadas al tildarlo de  aliado del Presidente o testaferro de altos funcionarios, así como también se dudó de la procedencia de su patrimonio que previamente había sido auditado y demostrado que era de empresas con gran importancia y larga data.

No obstante, Ricardo Fernández también quiso incursionar en la banca al intentar la compra de las cuatro entidades financieras Bolívar Banco, Banpro, Canarias y Confederado, a las que les inyectó capital proveniente de su patrimonio, posteriormente intervenidas y liquidadas por la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (Sudeban). Nunca fue oficializado su nombre como dueño o principal accionista de los bancos, por los que hoy permanece privado de libertad por una variedad de cargos.

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Love affair with leftists


Chavez proves the path from populist to oppressor can be short
By Robert Raben
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The Washington Times
6:52 p.m., Monday, September 13, 2010

As a veteran of the Washington policy world, I know all too well how easy it is for politics to trump principles.
And as someone who grew up in Miami right after the Castro-led nightmare, I am particularly familiar with how populist rhetoric can pave the way to a totalitarian state trapped in a cycle of fear and poverty - for, of course, the good of the people.
For years I have watched Hugo Chavez follow an all-too familiar course: From the bright upstart who in 1998 promised to improve the welfare of his fellow Venezuelans, safeguard their rights with a revamped constitution and clamp down on corruption, he has become the demagogue who has abolished term limits to ensure his grip on power, packed the country’s supreme court and clamped down on the media.
Power can corrupt, to be sure, and sadly, we don’t have to look as far asVenezuela for examples. But it is not Mr. Chavez’s principles that shock and dismay me (sicken, perhaps, but not shock). It is the leftist elite outside Venezuela, including in our own country, who continue to support a man increasingly open in his scorn for the cornerstones of a civil, liberal society: rule of law, separation of powers, a democratic electoral system, human rights and freedom of speech.
This is to you, Hollywood: Supporting a politician, in this country or abroad, merely because he opposes the right is a terrible basis for endorsement. Tactics matter, and never so much as when they undermine the very principles they are espoused to support.
Mr. Chavez’s own tactics are increasingly heavy-handed. In December, he jailed Judge Maria Lourdes Afiuni after she conditionally freed a businessman who had been imprisoned without trial for nearly three years in violation of Venezuela’s own laws and international human rights principles.
Around the same time, businessman Ricardo Fernandez Barrueco was jailed in what now appears to have been the launch of a new round ofMr. Chavez’s power-consolidation efforts. The government seized Mr. Barrueco’s four banks as well as his food-distribution company and froze his assets. Like Judge Afiuni, Mr. Barrueco has yet to have his day in court (and given Judge Afiuni’s fate, it will take a brave jurist indeed to probe for the truth).
More recently, Caracas took over Venezuela’s eighth-largest bank, citing irregularities. One of them, no doubt, was that owner Nelson Mezerhaneis also a shareholder in Globovision, the last anti-government television station left in the country. RCTV, Venezuela’s oldest public-broadcast station, lost its public broadcast license in an act of political retribution in 2007 and was permanently taken off the airwaves in January when it refused to broadcast a Chavez speech.
Mr. Mezerhane’s partner and Globovision’s majority owner, Guillermo Zuloaga, was arrested on charges of slander in March. Like Mr. Mezerhane, he has fled the country and is in exile. They are joined in exile by Pedro Torres Ciliberto, another prominent businessman, whose three banks were seized recently by the government.
All told, Venezuela has privatized about a dozen banks in the past several months, securing its control of roughly 30 percent of the industry. These latest moves come on top of Mr. Chavez’s well-publicized takeovers of other key markets, including oil, agribusiness and telecommunications, often nationalizing assets held by European and American companies that were invited to invest in the country years earlier.
We don’t have to look as far back as the Cuban Revolution (after whichMr. Chavez appears to be modeling his own consolidation of power) to see what these events portend. The 2003 arrest of Mikhail Khodorkovsky, chief executive of the Russian oil powerhouse Yukos, is still fresh in the minds of many international observers, as is then-President Vladimir Putin’s subsequent takeover of the company and the rise of the newly authoritarian Russian state.
To all the aspiring socialists out there who cannot scrape together much sympathy for bankers and media moguls, consider them the rats in the coal mine (or, for those who have fled to exile, rats leaving a sinking ship).
Mr. Chavez’s misuse of power and the corruption of his government affect everyone, and true populists should care.
Six months ago, the Organization of American States’ Inter-American Commission on Human Rights issued a report that found that basic principles of democracy and human rights are violated regularly inVenezuela. Since then, things have only gotten worse: The murder rate is soaring. Two bloggers were arrested for tweets they posted, with threats of further Internet censorship. A presidential decree has created a Center for Situational Studies of the Nation with broad censorship powers.
Next month, Venezuela will hold its first parliamentary elections in nearly five years. The opposition sat out the last election in protest. Now it is back and campaigning hard.
It is to Mr. Chavez’s opposition that Americans who believe in the audacity of hope should be giving their support.
Robert Raben was an assistant attorney general in the Clinton administration.
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